Cristo Crucificado de caña

Cristo Crucificado de caña

Esta interesante imagen de caña debió de ser realizada hacia 1580. Es una escultura ligera novohispana realizada en pasta y caña de maíz, fibras vegetales y telas encoladas. La técnica es originaria de México prehispánico y fue asimilada por los colonizadores españoles potenciando el mestizaje de las dos culturas. El profesor Pablo Amador lo considera del “taller de los grandes Cristos” con importantes similitudes anatómicas con los crucificados que se localizan en Sanlúcar y Gran Canaria. Por su poco peso se adaptó muy bien a las imágenes procesionales, lo que facilitó su popularización en España. El Cristo es de tamaño natural está clavado sobre una cruz lisa con cartela e inscripción (INRI). Se le presenta muerto, con los ojos semicerrados, la boca entreabierta y la cabeza ladeada. Tiene melena que le cae por los hombros y su característica barba bífida. Lleva corona de espinas, añadida posteriormente, y paño de pureza pegado al cuerpo. En su carnación, algo retocada, se aprecian las huellas del martirio con abundante aparato de sangre y contusiones por todo el cuerpo.

  Desconocemos la fecha exacta en la que llegó a la colegiata, pero probablemente la enviara desde Sevilla Pedro López de Alday, hacia finales del siglo XVI. Primero ocupó el muro norte de la capilla de San Prudencio hasta que, hacia los años sesenta del siglo XVII pasó a presidir la de Santo Cristo, cuyos patronos eran los hermanos Galarreta. En 1775 ya estaba colocada en un pequeño altar realizado por el arquitecto vitoriano Roque Rubio.